Ayer, en una nota al píe de un libro que pispeaba sobre una librería de la Avenida de Mayo, encontré la letra completa de aquella la canción picaresca que de chico repetía en los viajes al campamento en el La Salle.
“Bartolo quería casarse
por gozar de mil placeres
y entre quinientas mujeres,
ninguna buena encontró,
pues siendo tan exigente
no halló ninguna a su gusto
y por evitar disgustos
solterito se quedó
Bartolo tenía una flauta
Con un agujerito sólo
Y su madre la decía:
Tocá la flauta, Bartolo”
Además agregaba: Letrilla popular anónima (c. 180), cuya música fue anotada y publicada por Francisco Hargreaves en 1900.
Se dice que Bartolo existió: era un negro liberado, que ofrecía golosinas por las calles y se anunciaba con un toque de flauta.
“Bartolo quería casarse
por gozar de mil placeres
y entre quinientas mujeres,
ninguna buena encontró,
pues siendo tan exigente
no halló ninguna a su gusto
y por evitar disgustos
solterito se quedó
Bartolo tenía una flauta
Con un agujerito sólo
Y su madre la decía:
Tocá la flauta, Bartolo”
Además agregaba: Letrilla popular anónima (c. 180), cuya música fue anotada y publicada por Francisco Hargreaves en 1900.
Se dice que Bartolo existió: era un negro liberado, que ofrecía golosinas por las calles y se anunciaba con un toque de flauta.